¿Y si pensar demasiado no fuera una virtud, sino una forma elegante de perderse?

¿Y si pensar demasiado no fuera una virtud, sino una forma elegante de perderse?

¿Y si pensar demasiado no fuera una virtud, sino una forma elegante de perderse?

¿Y si pensar demasiado no fuera una virtud, sino una forma elegante de perderse?